lunes, 8 de septiembre de 2008

La Boda: Final 2

La Boda: final 2


Ya era la hora para que Cleo se dirigiera al carruaje que la llevaría a la entrada principal del jardín, pero antes preguntó a la mayor de sus dos hermanas si Bill ya había llegado -pues había jurado a su novio no salir de su habitación hasta estar segura de que él ya se encontraba en el altar-, Amelie volvió a ver a Jacint -su otra hermana de tan sólo diez años- pero ambas guardaron silencio. Cleo consternada volvió a ver a su madre, quien palideció al instante y exigió a Amelie decirles lo que ocurría, pero ésta agachó la mirada y siguió guardando silencio. Cleo notó que a Jacint ya le brotaban las lágrimas, se agachó, la tomó por los hombros y con voz serena le preguntó si Bill había llegado, Jacint asintió con la cabeza pero le explicó entre sollozos que su novio pensaba huir. Cleo volvió a ver a Amelie y fue entonces cuando su hermana le explicó que hace pocos minutos Bill estaba en la entrada del jardín y le decía a una bella joven que iban a escapar, que luego del brindis iban a desaparecer juntos y que la pasarían muy bien en Inglaterra. Cleo indignada se levantó -las lágrimas ya le habían corrido el rimel- tomó el buqué y salió a toda prisa del cuarto.


Todos los invitados estaban atentos a la entrada del jardín, pues la novia entraría en cualquier momento, y fue así, Cleo entró con paso firme en medio de un mar de lágrimas. Llegó al altar y le estrelló a Bill una buena cachetada con el buqué, y luego le recetó un sin fin de manotazos, acompañados de una gran gama de improperios. Bill sin entender nada sólo se le ocurría esquivar los golpes. El padre de Cleo y el padre de Bill intentaron detenerla, pero parecía imposible.


Cleo estaba como poseída por el mismo demonio, juró vengarse, salió corriendo y subió al carruaje sin rumbo alguno. En ese instante la señora Granger, acompañada por Amelie y Jacint, entraron al jardín corriendo, se dirigieron hacia Bill y la señora Granger le obsequió un buen puñetazo. El señor Granger que parecía perder los estribos exigió una buena explicación, así que Amelie procedió a explicarles la conversación que Jacint y ella habían escuchado. De pronto Jacint ahogó un gritó y señalando a una mujer que se encontraba entre los invitados le dijo a su padre que esa era la zorra con la que Bill pensaba huir. Bill, que estaba apuntó de explotar del enojó, gritó que esa era su prima Margareth, su prima de Chicago. En ese instante la joven asustada se levantó, pidió disculpas por el mal entendido y explicó que Bill le contaba que tenía una sorpresa de bodas para Cleo. La sorpresa consistía en desaparecer después del brindis porque la llevaría a Inglaterra de luna miel, y ella iba a ser la encargada de explicar a todos cuando notaran la ausencia de los recién casados. Sin embargo, al parecer, en el momento en que las niñas pasaron por el lugar nada más escucharon una parte de la conversación y mal entendieron todo, más aún cuando no sabían que ella era la prima de Bill y que acaba de llegar.


Bill lanzó una mirada asesina a Amalie y a Jacint, acto seguido canceló la boda y se dispuso a buscar a Cleo para explicarle el mal entendido.


Ver final 3


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